Sonia González
Directora y psicóloga en Psyfeel
Blog>crecimiento personal>Aceptarme a mi mismo
Parece que no eres valioso si no sigues la línea. Una línea continua en la que tienes que tener una familia, unos estudios, un trabajo, estar delgado, encontrar un amor, casarte, tener hijos... ¿no te parece que es rutinario y aburrido? A pesar de ello la vida en sociedad nos hace vivir de esta forma. Si tu físico, tus gustos, tus planes o tu manera de ser se alejan de este canon, parece que estás perdido.
Te tachan de raro o de rara. Y todo comienza normalmente en el colegio. El bullying hace mucho daño a la autoestima. Los niños, que aún no han desarrollado la empatía y no se ponen en el lugar del otro, tienden a juzgar y a reírse de otros niños por características personales o simplemente porque sí. Si en esta época has sufrido burlas por tu físico, por tu forma de ser, por ser callado o simplemente porque sí, es posible que a día de hoy tengas muchas inseguridades sobre ti mismo y, por tanto, no te estás aceptando.
¡Son solo opiniones, pero nos las creemos como si fueran realidad y parece que nos condenan de por vida!
Pero esto no termina aquí, puede que la visión de ti mismo haya sido afectada también por la educación que hayas recibido en casa o por las circunstancias que hayas pasado. Si en tu casa se critican mucho las cosas que no aceptas de ti u otras es posible que tiendas a juzgarte a ti mismo. Si en tu entorno has visto incluso a otras personas ser juzgadas, tenderás a prestarle mucha atención a esos aspectos y a condenarte continuamente.
Por ejemplo, si en tu casa se presta mucha atención a la comida y se juzga mucho el "estar gordo", seguramente tú también estés preocupado o preocupada por ello y acabarás por mirar con lupa tu cuerpo o incluso no te aceptarás, aunque objetivamente no estés gordo. Esto te puede llevar incluso a tener un problema de alimentación.
Pero ojo con todo esto porque, como hemos dicho, la sociedad siempre es un mediador. Lo ideal lo marca la sociedad. En un pasado estar un poco más rellenito era lo ideal y se veía con buenos ojos. Después estaba mejor visto estar muy delgado y, ahora, lo mejor es tener un cuerpo de gimnasio. Nuestra forma de vernos puede cambiar en la medida que la sociedad va cambiando.
Es muy duro darse cuenta de cómo las opiniones de otras personas pueden afectarnos hasta tal punto. Incluso acabarás condenando otras partes de ti por haberte creído que "no eres suficiente" o que "no eres valioso". ¡Qué injusticia! ¿Quién determinar estos cánones y por qué tendríamos que seguirlos? Por suerte todas las personas somos únicas e individuales, aunque habitualmente intentemos ser como el resto. ¿Por qué tendría que ser mala la individualidad?
Es importante que aprendamos a aceptarnos tal cual, con nuestras virtudes y nuestros defectos. ¡Todo es subjetivo! El cómo te ves depende de cómo han hecho que te veas, es algo que has aprendido y que, por tanto, puedes desaprender.
No nos damos cuenta de cómo nos influyen las opiniones de los demás. En realidad estamos continuamente sometidos y nosotros, sin darnos cuenta, nos dejamos someter. No obstante, si en estos momentos se ha caído la venda de tus ojos, te invito a que empieces a analizar cómo a ti te ha influido la sociedad y la gente en la forma de verte y, por tanto, en la autoestima.
La autoestima es la valoración que hacemos de cómo nos vemos Obviamente está estrechamente relacionada con la aceptación de uno mismo. Si te ves bien, te aceptarás; si no te ves bien, te criticarás continuamente y tu autoestima estará afectada.
Si has llegado hasta aquí seguramente estés pensando en cómo cambiar esa imagen negativa de ti, en cómo poder aceptarte. Parece sencillo, pero claramente no lo es, cuando llevamos tanto tiempo criticándonos.
Tiene su lógica. Para saber por qué no nos aceptamos y poder cambiarlo, tenemos que desgranar todos aquellos "defectos" que hemos creído que tenemos. Lo pongo entre comillas porque, como hemos dicho, seguramente será algo subjetivo.
Te invito a que te pongas a pensar en todas las cosas que no te gustan de ti. Escríbelas en un folio, tómate tu tiempo y sé sincero contigo mismo.
Esta pregunta es muy importante. No es lo mismo estar gordo que sentirse gordo, por ejemplo. En este concepto, debería influir más la salud que la subjetividad. Para tener un peso adecuado, tenemos que tener un índice de masa corporal adecuado; no obstante, hay personas que teniendo este índice se siente gorda. Y es aquí donde está la subjetividad. A lo mejor te sientes gordo, pero el resto de gente te dice que estás delgado. ¡Esto puede ser una confusión para tu cabeza! No obstante, no estás loco, la sociedad te ha hecho distorsionar tu imagen.
Ahora que sabes qué no te gusta de ti mismo, es importante entender de dónde viene este sentimiento. El pasado es algo que no podemos cambiar, pero si lo obviamos nunca podemos avanzar y mejorar. Encuentra qué cosas te han podido influir para verte como te ves.
Ahora que ves que todo lo que percibimos puede que no sea real, es importante cambiar el pensamiento. Para ello, identifica aquellos pensamientos distorsionados, que no se basen en supuestos reales o cosas objetivas.
Lo ideal no es pensar ni en negativo, ni en positivo. Tenemos que pensar de forma realista, de esta forma nuestras emociones no influirán tanto en nuestra vida. Si objetivamente te das cuenta de que no estás tan gordo como te has estado creyendo, aunque no te encante tu cuerpo, acabarás aceptando que no es algo tan terrible.
Muchas veces es difícil darse cuenta de estos defectos subjetivos, de cómo nos influyen y de dónde vienen. Si esto te resulta una tarea imposible o complicada, no dudes en pedir ayuda a un especialista.