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Entender y aceptar que una persona por la que sentimos algo, no siente lo mismo, no es fácil de digerir. Hay personas que lo llevan bien, pero muchas otras a las que esto les afecta especialmente, porque sentirse rechazado toca directamente a nuestra autoestima, y también destapa heridas de la infancia como la herida de rechazo. A través de los vínculos nos reafirmamos como personas, y si esos vínculos se rompen o no llegan a producirse, es lógico que nuestra parte vulnerable aflore.


Si estás leyendo este artículo, es probable que pertenezcas al segundo grupo; que estés viviendo esta situación y necesites un poco de soporte. En este caso, ¡te animamos a quedarte!, ya que en este artículo encontrarás 7 claves para enfrentarse al amor no correspondido.


El amor no correspondido: cómo nos afecta


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Entendemos “el amor no correspondido” como aquella experiencia en la que alguien de quien estamos enamorados (o por quién sentimos), no siente lo mismo que nosotros. Esto puede ocurrir antes de iniciar cualquier tipo de relación, o después de intentarlo (en este segundo caso, quizás hemos invertido mucha ilusión y energía en algo que finalmente no funciona, y nos podemos sentir traicionados o “engañados”).


Cada caso es un mundo y además, no a todos nos afecta por igual. Pero a grandes rasgos, una experiencia así puede minar nuestra autoestima y activar una serie de respuestas que tienen que ver con nuestro tipo de apego. Si este apego es inseguro (si nos vinculamos desde la necesidad, o de forma insegura, frágil, desequilibrada…), es fácil que un amor no correspondido tambalee nuestro mundo emocional.


La herida de rechazo y el amor no correspondido


Un amor no correspondido puede tocar directamente “la herida de rechazo”. Ésta nace a raíz de experiencias de no aceptación por parte de los padres, familiares cercanos o amigos a medida que la persona va creciendo.


El niño crece con la idea de que no es merecedor de amar ni ser amado, y cuando de adulto, se encuentra con alguien que le vuelve a “rechazar”, se activan una serie de emociones y defensas que le hacen sentirse dolido y -otra vez- rechazado. Ya que lo que duele no es tanto “el rechazo en sí”, sino la historia de todos los rechazos que se activan cuando nos sentimos no correspondidos.


7 claves para enfrentarse al amor no correspondido


Aunque una experiencia así duele, no tenemos por qué pasar por este sufrimiento “desarmados”. Por ello, ofrecemos 7 claves para enfrentarse al amor no correspondido de forma más serena.


Entiende que no hay nada malo en ti


Cuando un amor no nos corresponde, podemos llegarnos a sentir muy mal. Y si además nuestra autoestima no está pasando por su mejor momento, podemos llegar a “machacarnos” y a preguntarnos qué hay de malo en nosotros. Pero este es el primer paso que debes hacer para sobrellevar esta situación de forma más sana: entender y recordarte a ti mismo que no hay nada malo en ti.


Que esa persona no sienta lo mismo que tú, tiene que ver con ella; con sus gustos, intereses, personalidad, momento vital…. mil variables ajenas a ti. Así, no tiene nada que ver contigo. Cuando empieces a integrar esta idea y te valores, empezarás a afrontar este desamor de forma más serena y natural.


Tú también estuviste en el otro lado


Cuando no nos corresponden, tendemos a olvidarnos que en realidad, seguramente nosotros también estuvimos en el otro lado en alguna ocasión. Es decir, que tampoco hemos correspondido siempre a todas las personas que se han enamorado de nosotros. Verdad que cuando lo viviste, ¿era algo “normal” para ti? ¿Por qué entonces ahora te machacas tanto?


No se trata de invalidar lo que sientes, sino de relativizar y recordar que, cuando estabas en el otro lado de la ecuación, seguro que veías las cosas de otra forma. Ayúdate recordando ese “yo” del pasado para entender y empatizar ahora con esa persona que no siente lo mismo que tú.


Valida lo que sientes


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Con los puntos anteriores no queremos decir que no le des importancia a lo que sientes; todo lo contrario. Es fundamental que valides cómo te sientes, y que lo aceptes para poder transitarlo y evitar que las emociones se hagan más intensas. Eso sí, para validar cómo te sientes, antes debes “parar” y tratar de identificar tus emociones. ¿Cómo te sientes? ¿Es decepción, tristeza, orgullo, enfado…?


Puede ayudarte cerrar los ojos y tratar de observar (sin alterar) lo que está sintiendo tu cuerpo en ese momento. Identifica esa emoción, acéptala, dale espacio y valídala. Estos pasos son los que caracterizan una buena gestión emocional, que te acercarán a integrar poco a poco esta decepción o este dolor.


Haz cosas por y para ti


En momentos de “bajón emocional”, cuando nos sentimos heridos o decepcionados porque esa persona “no nos ha escogido”, es normal que nuestra autoestima se resienta. Y está bien que validemos también esto, pero, no dejes que estas emociones te arrastren hasta el fondo del pozo y te hagan creer que eres menos válido. Porque no es así.


Así que, tal vez sea un buen momento para dedicarte tiempo a ti mismo, cuidarte y mimarte más que nunca. Por ejemplo, hacer una lista con cosas que puedes hacer por y para ti. Apunta todo lo que se te ocurra, y luego empieza por las cosas más “fáciles”.


No hace falta que sean grandes cosas, puede ser dar un paseo por algún lugar que te guste, ponerte tu canción favorita, un baño relajante, darte algún capricho, descansar… Pequeños momentos de autocuidado que te recordarán a ti mismo lo valioso que eres, independientemente que alguien de fuera no lo vea o sienta así.


Recuerda: también esto pasará


Aunque ahora te sientas vulnerable y sensible porque esa persona te ha roto el corazón, recuerda que las emociones siempre van cambiando, tanto las agradables como las no tan agradables; no duran para siempre. Y que ahora te sientas triste o decaído, no significa que te vayas a sentir así siempre.


Confía en ti, en el proceso y en tus recursos, y acuérdate de todas aquellas veces que sufriste una “crisis” de este tipo y que pudiste con ella. Esto te ayudará a mirar hacia adelante, a relativizar y a no anclarse en los pensamientos negativos.


Ábrete a la nueva experiencia


Aunque nos demos permiso para sentir lo que sentimos (y esto sea fundamental), también es importante no anclarse eternamente a nuestros sentimientos e ideas. Por eso, y después de llorar o gritar lo que necesites, quizás sea momento de abrir la mente.


Ten en cuenta que no es lo mismo quedarnos a observar y valorar esta experiencia desde la negatividad, la frustración y la rigidez, que desde la apertura, la curiosidad y la aceptación. Y para ilustrar este punto vamos con una frase del científico británico Alexander Graham Bell:


“Cuando una puerta se cierra, otra se abre. Pero a menudo vemos durante tanto tiempo y con tanta tristeza la puerta que se cierra, que no notamos otra que se ha abierto para nosotros.”

Así, no se trata de negar la experiencia y su dolor, sino de ver un poquito más allá. Esa persona no siente lo mismo, bien, pero, ¿y el resto del mundo? Nuestra vida sigue más allá de esta decepción, pero para poder verlo, hemos de situar la mirada en todo lo que está por venir, que es mucho.


Pide ayuda psicoterapéutica si la necesitas


Si después de aplicar lo anterior y otras acciones para sobrellevar la situación, sientes que esta experiencia te supera, o que no avanzas, valorar la ayuda psicológica puede ayudarte.


Un psicoterapeuta puede ofrecernos luz en este camino a través de reflexiones y herramientas que nos permitan afrontar el malestar y sobre todo, profundizar en nuestras emociones y en nuestra autoestima. Además, también podrá ayudarte a revisar cuál es tu estilo de apego y si tienes alguna herida como la herida de rechazo, para juntos trabajar en ello.


“No ser amado es una simple desventura. La verdadera desgracia es no saber amar.”
-Albert Camus-

Referencias


Goleman, D. (2022). La inteligencia emocional: Por qué es más importante que el cociente intelectual. Penguin Random House Grupo Editorial México.


López, C., & Ramirez, M. (2017). Apego. Revista Chilena De Medicina Familiar, 6(1), 20-24


Riso, W. (2014). Amor sano, amor del bueno. Una guía para convertir tu relación en un lugar seguro para ti y para tu pareja. Biblioteca Walter Riso.

Artículo redactado por:

laura ruiz mitjana

Laura Ruiz Mitjana

Redactora


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