Sonia González
Directora y psicóloga en Psyfeel
Las emociones son reacciones automáticas que tenemos hacia la situaciones que vivimos. Es algo adaptativo e incluso positivo, pues nos permiten adaptarnos al entorno y a las nuevas situaciones. Cuando hay un cambio, nuestro cerebro reacciona emocionalmente.
El problema es cuando esta emoción se alarga en el tiempo. Cuando se alarga, suele haber ocurrido que la emoción de tristeza se ha transformado en otra cosa, en un sentimiento. Un sentimiento aparece cuando pensamos de forma consciente sobre la emoción que sentimos. Por ejemplo, algunos sentimientos relacionados con la tristeza suelen ser interpretar que estamos solos, sentirse decepcionado o decepcionada con las actitudes de la gente de nuestro entorno, sentir que no somos buenos en nuestro trabajo o que todo lo que hacemos no es suficiente para conseguir nuestras metas.
¿Por qué te sientes triste? Puede que te sientas solo y por eso acabes teniendo emociones negativas de tristeza.
La soledad es un sentimiento que comunmente se asocia a la tristeza. Cuando nos sentimos tristes podemos acabar pensando que estamos solos en nuestro sentimiento. Puede que ocurra porque sintamos que la gente de nuestro entorno no nos entiende o no sentimos el apoyo que nos gustaría tener. También puede ser que tu entorno no conozca tu emoción y tu sentimiento y, por ello, no pueden mostrarte lo que tú necesitas.
La tristeza es la emoción y la soledad es la interpretación de esta emoción. Si te sientes así cabe preguntarte si estás solo o simplemente te sientes solo con tu emoción.
Comunmente también, al sentirnos tristes, acabamos pensando que las cosas no tienen sentido. ¿Para qué vivir si estamos tristes y algún día moriremos? Es un sentimiento bastante habitual, que lleva a la desganas y a veces a la desesperanza. Si pensamos en el futuro es posible que acabemos llegando a la conclusión de que todo lo que hacemos en realidad no tiene un sentido muy profundo y perdamos las ganas de hacer estas cosas.
La tristeza es una emoción adaptativa y que todos sentimos en algunas ocasiones. La depresión implica mucho más que la tristeza. Si la tristeza se alarga en el tiempo, vamos interpretando la soledad y la pérdida de sentido y vamos abandonando las cosas que hacemos, podemos acabar experimentando depresión.
En este momento seguramente sea necesario acudir a un profesional, pero antes de llegar a este punto, podemos hacer algunas cosas para superar la tristeza. Te damos algunas pautas.
Si necesitas llorar, hazlo. Fuera de lo que marca la sociedad, llorar puede ser un acto beneficioso si sentimos tristeza. Reprimir las lágrimas puede hacernos alargar la tristeza y sentir que no hemos conseguido salir del bache.
Si estrás triste, es probable que tengas pocas ganas de hacer las cosas que solías hacer. Puede que algunos días no hayas ido al gimnasio, no hayas hecho las tareas de clase o nohayas salido con tus amistades. No te juzgues si esto ha ocurrido, a veces necesitamos parar, recuperarnos y volver. No es malo parar, sino más bien permanecer parado. Acepta que te sientes triste y que es algo que puedes superar.
No te avergüences por sentirte triste. Aunque creas que otros no te van a poder entender, intenta contarlo. Seguramente cuentes con el apoyo de algunas personas y puedas abandonar la idea de que estás solo. Compartir tu estado con el mundo puede ayudarte a superarlo.
Que estés triste no significa que no puedas salir al mundo. Intenta no abandonar tus amistades ni a tus familiares. Intenta compartir momentos con la gente de tu alrededor. No evites socializar.
Quedarte en la cama no suele ser una buena solución. Mantenerte activo te ayudará a quitarte la idea de que nada tiene sentido y, a su vez, a no sentirte mal por no hacer nada aunque en realidad lo quieras hacer.
Una buena forma de planear el tiempo puede ser hacerte un horario en papel y crear una rutina, que te obligue un poco a salir de la cama o del sofá.
En este horario no te olvides de añadir aquellas cosas que te gusta hacer, aunque ahora no le encuentes mucho sentido, guarda un poco de tiempo para hacer aquellas cosas de las que solías disfrutar.
Cuando te dejas a ti mismo es más probable que entres en una depresión. Abandonarte suele ser una mala idea. Un poco de tu tiempo en el día a día debe estar dedicado a ti mismo, a cuidarte y cuidar tu cuerpo.
Si has llegado a este punto, te recomendamos que pidas ayuda profesional.
La actividad física tiene la ventaja de despertar algunos neurotransmisores positivos en el cerebro, como la dopamina o la serotonina. Estas sustancias provocan emociones positivas de forma directa, nos ayudan a sentirnos mejor.
Busca un deporte que te guste y realizalo al menos algunos días de la semana. Experimentarás cambios muy positivos y, a la vez, te sentirás mejor contigo mismo.
Busca en tu día a día cosas que puedas hacer. En realidad, puedes encontrar mucho sentido a las cosas que haces. Márcate un objetivo diario, para ti o para otros, y empieza a cumplirlo.
Al final del día suele ser bastante útil encontrar cosas positivas: algo que hayas hecho bien por ti o por los demás, algo que te guste de ti, algo en lo que estés mejorando. Cualquier aspecto positivo ya puede romper el pesimismo de tu estado de tristeza.
Si no consigues avanzar es posible que necesites un pequeño impulso. Un profesional de la psicología puede ayudarte a salir de esta situación. No tengas miedo a pedir ayuda.