Conocer qué emociones y sentimientos tenemos es esencial. Habitualmente hablamos de las emociones y de los sentimientos sin diferenciación, como si fueran sinónimos. Utilizamos una y otra palabra sin darnos cuenta de que en realidad no son lo mismo.


Pero, ¿qué son las emociones?, ¿qué son los sentimientos? ¿cuáles son las diferencias?, ¿por qué se confunden tanto estos términos? En este artículo te daremos los matices para que puedas diferenciarlos.


¿Qué son las emociones?


Las emociones básicas, y aunque existen controversias sobre esta categorización, son seis, son universales y fácilmente reconocibles: tristeza, alegría, sorpresa, asco, enfado y miedo.


Las emociones se expresan como una reacción automática a un estímulo del entorno. Es decir, las emociones se pueden detectar por los cambios físicos que experimenta nuestro organismo al detectar un cambio a nuestro alrededor. Por ejemplo, la tristeza puede expresarse a través de llanto, pómulos caídos, ojos vidriosos, posición corporal decaída; la sorpresa se expresa como una aceleración física de nuestro cuerpo, palpitaciones en el corazón, ojos sobresaltados, pómulos estirados, boca ovalada…


Es nuestro cerebro quien se encarga de gestionar estos cambios físicos, particularmente el llamado sistema límbico. La zona cerebral más primitiva del ser humano.


Podemos metafóricamente asemejar las emociones a los instintos de los animales. Y es que las emociones tienden a salir y expresarse físicamente. Si reprimimos estas emociones acabarán saliendo de otras formas (por ejemplo en forma de somatizaciones, como puede ser un dolor de cabeza sin una causa física aparente). Por tanto, es difícil que esas emociones no se expresen, habitualmente podemos controlar mejor lo que decimos o pensamos que las emociones que sentimos.


Las emociones son universales porque todos los seres humanos podemos experimentarlas. Habitualmente sabemos detectar cuándo alguien está triste o contento, o cuando está enfadado. Las reacciones físicas y el comportamiento particular de la persona nos dan pistas sobre ello.


Hay que tener en cuenta que todos experimentamos las mismas emociones, pero no en las mismas situaciones. Aquí entra otro componente de las emociones más subjetivo. Según lo que hayas vivido e interpretado a lo largo de tu vida podrás sentir inconscientemente miedo, tristeza u otra emoción en determinadas situaciones. Por ejemplo, si has vivido alguna situación incómoda a la hora de hablar en público, puedes acabar teniendo miedo a hablar en público; aunque para otra persona sea algo sencillo y no le genere esta emoción.


¿Qué son los sentimientos?


Un sentimiento es la interpretación subjetiva que una persona hace de sus emociones. Es una forma de darle un nombre y una explicación a una emoción. Por ejemplo, si al ver a una persona muestras alegría, puedes interpretar que sientes amor por esa persona. El amor es un sentimiento, porque es la interpretación de la emoción que provoca en ti esa persona.


En esta interpretación, por tanto, entra en juego un proceso mental consciente, es decir, estamos pensando de forma más racional. La emoción se transforma en sentimiento a medida que pensamos sobre ello y le buscamos causas.


Podemos decir por tanto, que un sentimiento es el resultado de la suma de una emoción más un pensamiento sobre esa emoción.


Diferencias entre emoción y sentimiento


Por tanto, podemos destacar algunas diferencias que nos pueden ayudar a saber si estamos ante un sentimiento o una emoción:


  • Los sentimientos son el resultado de haber pensado en una emoción. Primero aparece la emoción y luego el sentimiento, no puede haber sentimiento sin emoción.

  • Una emoción es inmediata, es decir ocurre justo después del estímulo que la genera. Sin embargo, un sentimiento ocurre más tarde, una vez hemos pensando en la emoción. Por ejemplo, la alegría al ver a la persona aparece al momento que vemos a esa persona, a medida que vamos estando con la persona esta emoción se va disipando, pero el sentimiento va creciendo y se va transformando esa alegría en amor.

  • Las emociones son transitorias, duran poco tiempo. No podemos mantenernos en una emoción de forma continua, es como una curva, sube la emoción y luego baja. Por ejemplo, no podemos estar constantemente con una emoción de sorpresa, cuando aparece el estímulo sentimos la sorpresa y poco después desaparece y se convierte en un sentimiento.

  • La emoción es más intensa que el sentimiento.

  • Las emociones son más respuestas físicas y los sentimientos respuestas cognitivas. La tristeza se muestra físicamente (llanto, ojos vidriosos, pómulos caídos, baja actividad corporal…), pero la decepción se muestra en el pensamiento (sientes decepción al pensar que esa persona te ha hecho estar triste al haberte traicionado).

¿Por qué se confunden las emociones con los sentimientos?


Hay mucha controversia a la hora de diferenciar las emociones de los sentimientos. Cuando hay componentes subjetivos todo está sujeto a controversias. Lo que para ti puede ser una emoción, igual para mí es un sentimiento, porque puedo pensar que hay interpretaciones y pensamientos de por medio.


Por ejemplo, hay personas que consideran la culpa como una emoción, porque creen que es algo inmediato y muy intenso, que se ha modulado por lo que la persona ha vivido en su vida. Sin embargo, otras personas piensan que la culpa es un sentimiento, porque aparece después de haber sentido otra emoción (por ejemplo tristeza) y al haber interpretado que somos culpables de esa emoción.


Al hablar de sentimientos y emociones no podemos hacer definiciones absolutas, ya que son conceptos que están interrelacionados. Lo cierto es que no hay algo unilateral, los sentimientos no pueden darse sin emociones y viceversa.



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