Sonia González
Directora y psicóloga en Psyfeel
Blog>Sexualidad>Evitar la eyaculación precoz
La eyaculación precoz es una disfunción sexual. Consiste en la incapacidad en el hombre de controlar la expulsión del semen durante los encuentros sexuales. Esto provoca que eyacule muy pronto y no exista una relación sexual satisfactoria.
La eyaculación precoz puede producirse antes de la penetración, nada más empezar la penetración, a los dos o tres minutos de comenzar o incluso con solo imaginar el estímulo sexual. También puede ser que lo que ocurra es que, durante el encuentro sexual, no sea capaz de retrasar el momento de la eyaculación, lo cual provoca inseguridad, frustración e insatisfacción sexual.
La eyaculación precoz puede ser un problema desde que la persona empieza a tener relaciones sexuales, o bien haber tenido relaciones sexuales normales y después haber desarrollado el problema eyaculatorio.
No existe una causa única en la eyaculación precoz. Como en el resto de disfunciones sexuales, se habla de una combinación de varios factores, que pueden ser tanto biológicos, como psicológicos o del ambiente.
Las causas pueden ser variables de una persona a otra, por lo que conviene analizar de forma específica las causas del problema eyaculatorio.
Los problemas de eyaculación precoz pueden aparecer como un efecto secundario de algunas enfermedades, intervenciones quirúrgicas o sustancias.
Conviene hacer una revisión física antes de establecer las posibles causas psicológicas, para descartar que el problema se deba a alguna enfermedad u otra causa física.
Si el problema no se debe a algo físico, es necesario analizar las causas a nivel psicológico. En este sentido, normalmente también es una combinación de factores las que nos llevan al problema.
Por una parte, hay determinados factores que nos pueden predisponer a tener una disfunción sexual: la falta de información o educación sexual, educación moral o religiosa muy restrictiva, la exposición a relaciones deterioradas o problemáticas de nuestros padres, haber tenido experiencias sexuales traumáticas en la infancia, el castigo de las primeras experiencias sexuales o expectativas fuera de la realidad, entre otras.
Por otra parte, para que se desarrolle la disfunción, puede o no haber algún desencadenante. Los desencadenantes suelen estar relacionados con experiencias sexuales inadecuadas, insatisfactorias o traumáticas, problemas en la relación de pareja, incomunicación con el otro durante las relaciones sexuales, que la pareja tenga una disfunción sexual, situaciones de estrés, ansiedad o depresión, entre otras.
Si bien es cierto que la eyaculación puede aparecer por un desencadenante particular, en gran medida podemos hacer algunas cosas para evitar que surja el problema. Te damos algunos consejos.
Es importante tener una buena educación sexual. Las disfunciones sexuales en gran medida se deben a un poco conocimiento sobre nuestra anatomía, la del otro o sobre el funcionamiento sexual. También conviene que elimines de tu mente algunos mitos sobre el sexo, que no te benefician. Busca información objetiva y veraz que te ayude a aprender a tener relaciones de forma sana y satisfactoria.
Los ejercicios de kegel no solo son buenos para el suelo pélvico de la mujer, sino que también ayudan a fortalecer los músculos del hombre. Los ejercicios de kegel consisten en tensar y distensar los músculos de la vagina o del pene. Para que sea más fácil puedes probar a la hora de hacer pis. Es una buena técnica hacer paradas durante la micción, para aprender a controlar los músculos del pene. Ayuda a mantener la concentración sobre los músculos y, con ellos, a aprender a controlar cuándo la orina (o el semen) sale del pene.
Los estados de cansancio o mala alimentación, por ejemplo, también pueden influir en las disfunciones sexuales. Llevar unos hábitos sanos ayuda en gran medida a que las relaciones sexuales también sean sanas. El objetivo es tener un cuerpo y una mente sanos.
Si el sexo se realiza en situaciones incómodas, con personas que nos hacen sentir incómodos o bajo presión, es muy probable que perdamos el control y acabemos desarrollando disfunciones sexuales. Practica sexo cuándo tú quieras y cómo tú quieras, pero nunca por obligación o bajo presión.
Estando en situaciones de ansiedad o estrés es mucho más probable que tengamos cualquier otro problema, como una disfunción sexual. Aprender a manejar la ansiedad suele ser útil para reducir los precipitantes de la eyaculación precoz.
El tratamiento en la eyaculación precoz dependerá de la persona y de las causas pero, habitualmente, existen algunas técnicas comunes que se suelen utilizar en la mayoría de casos.
Por una parte, el profesional dedicará algunas sesiones a la educación sexual. Es una parte muy importante que muchas veces acaba determinado la disfunción. A lo largo de nuestra vida, normalmente, no recibimos una educación o una información adecuada sobre la sexualidad, nuestro sistema sexual o el de nuestra pareja. Es importante tener información objetiva y fiable de todo lo que ocurre en la interacción sexual.
También es importante romper algunos mitos sexuales, como que el hombre tiene que aguantar mucho, que tiene que haber sexo todos los días en una relación, que si fallas o tardas poco no eres un hombre, la relación sexual es solo la penetración, etc.
Por otra parte y, en el caso de que la persona tenga pareja, conviene analizar hasta qué punto es buena la comunicación en pareja. En muchas ocasiones el problema también viene de esto y es imposible mejorar y llegar a conseguir una comunicación de confianza, respeto y asertiva. Por esto y por la posible influencia de la pareja en la disfunción suele ser conveniente que la terapia sexual se realice en pareja. Muchas veces se echa la culpa al miembro de la pareja que muestra el problema, pero el problema habitualmente es de pareja y no individual.
Después suele realizarse un tratamiento específico, según la disfunción sexual y la persona o pareja. Suelen utilizarse algunas técnicas más prácticas, como la focalización sensorial. Esta técnica consiste en entrenar a la pareja a experimentar las sensaciones físicas que provoca la otra persona, centrándose en dar caricias al otro por zonas del cuerpo no erógenas y experimentar las sensaciones de excitación, con la prohibición explícita de acariciar zonas erógenas en un principio, para después ir avanzando a lo largo de las sesiones hasta la penetración. La pareja debería hacer algunos ejercicios en casa de forma repetida.
En eyaculación precoz se utilizan otras técnicas específicas, como la técnica de compresión. El profesional te dará pautas concretas para que puedas realizar el ejercicio en casa. Con esta técnica se entrena el control de la eyaculación, ejerciendo una pequeña presión en el pene en el momento de la eyaculación, para conseguir evitarlo. Igualmente, es un ejercicio que requiere práctica y dirección, y que irá encaminado a poder llegar a la penetración.