Sonia González
Directora y psicóloga en Psyfeel
No es fácil convivir con una persona que tiene ansiedad. En ocasiones, la situación puede generarte desesperanza, irritabilidad e impotencia al no saber qué hacer para que todo cambie.
Puede ser que ya sepas de entrada que tu pareja tiene ansiedad: porque te lo ha dicho, porque acude a un profesional de la psicología o porque entre ambos habéis hablado y habéis llegado a la conclusión de que hay algunas situaciones que a tu pareja le cuesta gestionar.
Si crees que a tu pareja le ocurre algo relacionado con la ansiedad, pero no tienes muy claro qué es lo que pasa, te invito a que analices algunas conductas y algunas situaciones. Es una forma de detectar síntomas de ansiedad.
La ansiedad tiene tres claros tipos de síntomas que podemos diferenciar. Por una parte, la persona con ansiedad experimenta muchísimos síntomas físicos. Son elementos que podrás detectar fácilmente, ya que pueden ser visibles, sobre todo para ti que pasas mucho tiempo con esa persona. Estos síntomas comunmente suelen ser una respuesta exagerada a una algunas situaciones.
Todos experimentamos ansiedad en algunas ocasiones, entonces, seguramente hayas vivido estos síntomas. No obstante, las personas con ansiedad tienen síntomas de ansiedad en situaciones que no deberían generar esta reacción. Algunos ejemplos de estos síntomas son la respiración acelerada, el aumento de pulsaciones, la sudoración, los movimientos de las piernas o las manos.
Por otra parte, podemos diferenciar la ansiedad por otro tipo de síntomas: los relacionados con el pensamiento. Para esto tienes que hablar con tu pareja y ver qué piensa sobre algunas situaciones. Puede que se sienta soprepasada por situaciones difíciles pero no imposibles, que considere que no existe una solución al problema que se le ha planteado o que no sabe cómo gestionarlo.
También es común que existan muchas preocupaciones sobre el futuro: sobre todo lo malo que puede ocurrir en cada situación. En ocasiones esta falta de recursos para solucionar los problemas se refleja en algunas inseguridades personales: puede que tu pareja se sienta incapaz, inútil, que se compare o con otras personas y sienta que es peor, que considere que no tiene habilidades sociales o que su inteligencia esté limitada.
Igualmente, la ansiedad también se refleja en otro tipo de síntomas: los conductuales. ¿Qué hace tu pareja para resolver los problemas? Normalmente, cuando tenemos ansiedad, es porque tenemos pensamientos distorsionados, pero también porque nuestra forma de enfrentarnos a las situaciones no es la adecuada. La persona con ansiedad acabará escapando o evitando las situaciones que le generen ansiedad, como una forma de aliviar temporalmente los síntomas. No obstante, esto es como un parche, cuando aparezca una situación similar el problema volverá.
Estos síntomas generalmente también acaban provocando algunos otros síntomas: la pérdida de interés en actividades, el estado de ánimo depresivo, el insomnio, los problemas de alimentación, la irritabilidad o los problemas de pareja.
Es común que la ansiedad de tu pareja acabe generando conflictos dentro de la relación sentimental.
Por una parte, tu pareja puede sentirse culpable por arrastrarte a su mundo de ansiedad. Esto hará que en ocasiones dude de ella misma dentro de la relación, alegando incluso que no es una buena persona para ti. Se lamentará y dramatizará algunas situaciones, que segurametne tú veas como exageradas.
Por otra parte, la ansiedad puede hacerle tener otro tipo de visión. Es posible que esté hipervigilante a cualquier problema en la pareja, que experimente celos frecuentes o que cada pequeño indicio de problema suponga que ya existe el problema. Y es que tu pareja puede estar irritable, sensible o incontrolable. Pero esto seguramente esté relacionado con su ansiedad.
También es posible que los problemas de pareja que existan, empeoren el problema de ansiedad de tu novio o novia. Una persona que no sea capaz de gestionar algunas situaciones, puede que se vea también sobrepasada ante un problema de pareja. Los problemas en la relación son también una preocupación extra: "encima de sentirme sobrepasado no tengo el apoyo de mi pareja", "además de estar con ansiedad, puede que me quede solo si se acaba mi relación".
Los problemas de pareja pueden venir de antes o aparecer con la situación de ansiedad. Sin embargo, es importante que sepas que son problemas diferentes a los problemas de ansiedad, aunque claramente uno se vea influenciado por el otro.
Tienes que tener cuenta y analizar hasta qué punto el problema es en la pareja o forma parte de la ansiedad de tu novia o novio. ¿Cuál es el problema de base? Si el problema de ansiedad desapareciera, ¿desaparecerían también los problemas de pareja?; o al revés, si el problema de pareja se resolviera, ¿desaparecería también la ansiedad?
Lo más importante siempre será escuchar. Seguramente tu pareja no quiera que tú le des la solución, a veces incluso piensa que la solución no existe. Simplemente necesita que la escuches y la apoyes. Hazle ver que entiendes su postura y que, entre los dos, conseguiréis una solución al problema.
Está bien que intentes ayudar a una persona que quieres en su problema. No obstante, tienes que aceptar que no es tu problema y que no lo puedes solucionar de primera mano. Puedes echar un cable, pero el problema es de la otra persona.
Las personas con ansiedad a menudo no conocen o no practican bien algunas estrategias de solución de problemas. No es buena idea darle la solución, lo importante es que ella misma aprenda a encontrarla. Ayudale a buscar soluciones: haced una lluvia de ideas sobre todas las posibilidades que existen, indagar las ventajas y los inconvenientes de cada una y elegid las más viables y eficaces.
Está bien que propongas soluciones y cosas que hacer para que tu pareja se olvide de la ansiedad y del estrés. Pero acuérdate de que obligarle a hacer esas cosas no es beneficioso, sino contraproducente.
En ocasiones surgirán conflictos y tu pareja puede que haga cosas que no te gusten. Si este es el caso, analiza la situación y llega a la comprensión y al perdón. Aprender a perdonar es esencial para mantener una relación sana con los demás y con nosotros mismos.
Mejorar la comunicación siempre es beneficioso en las relaciones sociales. Más aún si la persona es nuestra pareja. Es importante aprender a mejorar la comunicación con el resto, para lo cual tenemos que hablar de forma asertiva y sincera.
Está bien que tu pareja sepa que estás disponible para ella. No obstante, la ayuda tiene que ser una opción y no una obligación.
Si ves que por sí misma tu pareja no puede salir del círculo de ansiedad, puedes ayudarle a encontrar un profesional de la psioclogía. En ocasiones es el impulso que necesita una persona para salir a flote.
Muchas veces queremos ayudar, pero no sabemos cómo hacerlo. En estas ocasiones solemos cometer algunos errores "de principiante". No te preocupes si has cometido estos fallos, nadie sabe esto y todos tendemos a realizar estas conductas, como un intento de ayuda. Nunca es tarde para aprender, así que te invito a que elimines de tu repertorio estas conductas.
Totalmente prohibido está minimizar el problema. Es de las cosas que peor le sientan a una persona que tiene ansiedad. Es un problema que se vive con intensidad y por el que se sufre. Desde fuera puede parecer sencillo de solucionar, para la persona que lo vive es una pesadilla.
Los seres humanos nos hemos aprendido algunas frases como respuestas automáticas a situaciones complejas de los demás. Estas frases pueden parecer de ayuda, pero son todo lo contrario. En ocasiones pueden incrementar el problema.
"Tranquilízate", "no es para tanto", "se te pasará", "¿has probado a hacer yoga?", "seguro que se te pasa", "no todo es tan malo", "no deberías preocuparte por algo así", "deberías hacer algo para arreglarlo", "ignora el problema y se te pasará"...
Ignorar el problema tampoco es una buena solución. Si tienes ansiedad no puedes ignorar el sufrimiento que estás viviendo. Por lo tanto, si otro lo ignora, también puedes sentirte mal. Si ignoras su problema, puede interpretar que está exagerando y que el problema no existe, lo cual le llevará a estar peor.
Aunque haya momentos complicados y sea difícil mantener la paciencia y la calma, enfadándote no arreglarás el problema. Ten paciencia, escucha y manten la calma.
Las comparaciones también son la gasolina de la hostilidad. No compares su caso con otros, ni a ella contigo mismo. La persona con ansiedad puede sentirse atacada o inferior e incrementar su ansiedad.
Tu pareja ya sabe que para ti es difícil estar con una persona con ansiedad. No hace falta que se lo recuerdes a cada momento.