Sonia González
Directora y psicóloga en Psyfeel
El mindfulness llegó como una forma de romper esta preocupación y prestar atención al presente. Es una técnica que relaja cuerpo y mente y nos trae a este día y este momento particular.
Mind significa "mente" y fulness significa "plena". Podemos traducir Mindfulness como "mente plena", aunque en sus orígenes la palabra anglosajona significaba "atención plena".
El concepto midfulness hace referencia a estar en el momento presente y ser consciente de lo que ocurre en el aquí y el ahora.
El mindfulness es una práctica que se basa en la meditación y en tradiciones orientales, consiste en que entrenemos la atención para que se redirija al presente y no a otros momentos de la vida. Es una especie de meditación que se ha adaptado a las necesidades occidentales.
La práctica de mindfulness, a través de la atención plena en el presente, puede ser una buena forma de atacar a los síntomas de la ansiedad y el estrés. Puede ser una buena técnica de relajación.
El pasado nos lleva al arrepentimiento, a querer cambiar las cosas que han sucedido, lo cual es imposible. La imposibilidad de cambiar las cosas nos lleva al estrés y la impotencia, que hace que aparezca malestar a nivel psicológico.
Asimismo, habitualmente el estrés aparece porque pensamos constantemente en todo lo que tenemos que hacer, lo que nos queda por hacer en el trabajo, en el día o en la vida. Anticipar el futuro nos lleva a pensar en las cosas más catastróficas que puedan ocurrir, lo cual genera a su vez ansiedad: "voy a suspender el examen", "mis padres se van a morir pronto", "si no acabo hoy esta tarea no me dará tiempo".
Además, estamos constantemente rodeados de ruidos, de rapidez y de inmediatez. La forma de vida occidental nos ha llevado a tener dificultades a la hora de tolerar el silencio uy la frustracción y a la hora de superar las dificultades del día a día.
Al salir a la calle lo primero que escuchas son pitidos de coches, acelerones, niños gritar. La sociedad va a toda velocidad y te incita a ti a ir por el mismo camino. Nunca nos paramos a disfrutar del silencio o de la tranquilidad, a darnos cuenta del momento presente con atención plena.
Vivir en el presente implica dejar de lado todas las preocupaciones, las prisas y la inmediatez. Las preocupaciones por el pasado y el futuro se pueden postergar por un rato, si te concentras en el presente.
El mindfulness, por tanto, ha demostrado ser muy útil en problemas psicológicos relacionados con el estrés y la ansiedad, pero también es una buena forma de conocernos y aumentar nuestro crecimiento personal. Si aprendes a vivir el presente, podrás alcanzar de forma más placentera el autoconocimiento y el bienestar personal.
El mindfulness tiene múltiples beneficios para nuestro cuerpo y nuestra mente. Te contamos los más relevantes.
La concentración en el momento presente es una forma de entrenar nuestro foco de atención. La atención ese esencial para realizar cualquier tarea, tenemos que poner el foco de luz en algo en concreto y saber mantener ese foco sin que existan desviaciones.
Actualmente son muy comunes los problemas de atención. Existen tantos estímulos a nuestro alrededor que a veces no sabemos en qué concentrarnos. Entrenar la atención es muy beneficioso de cara a mejorar la concentración y la eficacia en las tareas.
El mindfulness permite desconectar de las preocupaciones, las prisas y la inmediatez. Por tanto, puede ser útil como una forma de relajación en nuestro día a día. Atender el momento presente nos hace alejarnos de las preocupaciones del pasado y del futuro, ayuda a desconectar del mundo y conectar con nosotros mismos.
El mindfulness también se usa para hacernos consciente de nuestras sensaciones y sentimientos. Nos ayuda a poner el foco en lo que estamos sintiendo en el momento presente, lo cual ayuda a conocernos y entender nuestras emociones. Conocer las emociones es el primer paso para poder regularlas.
Mediante el mindfulness podemos hacernos más conscientes del pesimismo y la negatividad de nuestros pensamientos. De esta forma, es mucho más fácil alejar esta forma de pensar de nosotros, instaurando otro pensamiento más realista. El mindfulness puede ayudarnos a canalizar las emociones negativas y los pensamientos asociados a ellas
La concentración del momento presente nos aleja de las preocupaciones, de forma que puede ser una buena técnica para reducir el estrés del día a día. Olvidarnos por un momento de todo lo que tenemos que hacer y de todo lo que hemos hecho es una buena tarea para liberar tensiones, al menos por un rato.
El mindfulness está compuesto de diversos ejercicios para mejorar la atención. Dichos ejercicios están basados en unos principios, que conviene conocer antes de empezar a practicarlo.
El principio esencial consiste en hacernos momentos de lo que está pasando en el momento presente, tener consciencia de lo que estamos haciendo ahora mismo y en qué estamos pensando.
Dejar de lado nuestras ideas, opiniones y experiencias, para poder vivir el momento presente. Simplemente tenemos que observar lo que ocurre a nuestro alrededor sin hacer un juicio de valor al respecto.
Tener confianza en nosotros mismos, en lo que sentimos en cada momento, como una forma de no evaluarnos negativamente.
Mediente la meditación pueden aparecer pensamientos no deseados o que impliquen dolor. Un buen ejercicio para conseguir la paz mental es la aceptación, aceptar las cosas según son, sin dejarnos llevar por los sentimientos negativos. También implica aceptarnos a nosotros mismos.
Dejar de lado la inmediatez y la no tolerancia a la incertidumbre, entender que las cosas llegan a su debido tiempo y que tenemos que esperarlas desde la tranquilidad.
Entender que todo tiene un final y que a veces hay que dejar que las cosas se vayan, los recuerdos, los pensamientos, las actitudes. Por ejemplo, dejar ir las cosas que nos han hecho daño, como puede ser la muerte de un familiar. Dejar ir a esa persona entendiendo que todo tiene un final, pero que siempre quedará un recuerdo positivo en nuestra mente.
Consiste en tener una actitud de bondad y de amor hacia el objeto digno de atención o hacia nosotros mismos.
La práctica de mindfulness implica tiempo y práctica. Puede que al principio sea necesaria la instrucción de un profesional de la psicología. Se debe empezar por entender los principios y, posteriormente, realizar ejercicios sencillos que nos vayan acercando a la atención plena.
Si has decidido empezar a practicar mindfulness conviene que dediques algún momento de tu día, todos los días, a su práctica. El objetivo final es automatizar la atención plena y poder ponerla en práctica en cualquier momento de estrés.
la práctica puede ser informal (dedicar algún momento de tu día a hacer algún ejercicio esporádico) o profesional (dedicar al menos 45 minutos a hacer la práctica mediante la ayuda de un profesional).
Algunos de los ejercicios fáciles para comenzar a practicar mindfulness pueden ser el ejercicio de la pasa o el de los pasos.
Este ejercicio tiene dos partes. La primera consiste en comer una pasa tal cual, sin pensarlo. En la segunda parte nos comeremos esa pasa, pero centrándonos en las sensaciones físicas y mentales. En esta segunda fase se pueden seguir los siguientes pasos:
1. Coger una pasa y observarla, como si nunca hubieras visto ninguna. Observar cada detalle, las rugosidades, el tamaño, los colores... centrándonos exclusivamente en la pasa.
2. Apretar la pasa y centrarnos en su textura, moverla, tocarla.
3. Oler la pasa y centrarnos en esta sensación.
4. Meter la pasa en la boca y centrarnos en la sensación de tocar la pasa con nuestra lengua.
5. Masticar calmadamente la pasa, centrándonos en las sensaciones de masticar.
6. Tragar la pasa y centrarnos en nuestro estómago.
Este ejercicio es muy sencillo y es una buena forma de comenzar mindfulness. Simplemente consiste en salir a la calle, olvidarnos de nuestro destino, del sonido de alrededor, de la ciudad, de nuestros pensamientos, y simplemente centrarnos en las pisadas de nuestros pies. Notar cada pisada y experimentar las sensaciones que eso provocan: el ruido de la pisada, la sensación en la planta del pie, el movimiento de nuestras piernas...
Algunos otros ejercicios de mindfulness, que son más indicados para realizar con ayuda de un profesional, son los siguientes:
1. Respiración: un ejercicio que consiste en dejar de prestar atención a todo el entorno y solo centrarnos en nuestra respiración.
2. Barrido corporal: en una posición cómoda prestar atención a todas las partes del cuerpo, una por una, y sus posiciones y sensaciones.
3. La autocompasión: consiste en abrazarnos a nosotros mismos y sentir autocompasión por nosotros, para lograr aceptarnos y entendernos.
4. Aceptación del pasado: analizar los momentos más dolorosos de nuestra vida y aceptarlos, soltar y dejar ir.