Sonia González
Directora y psicóloga en Psyfeel
Imagina que vas paseando con tu pareja por la calle y, de repente, se encuentra con un conocido. En ese momento tu novio o tu novia saluda a esta persona con emoción, pero con cierto nerviosismo. Entonces, te das cuenta de que está evitando presentarte a esa persona. Hace como que no estás a su lado, se distancia un poco o incluso te presenta como “una amiga”.
El “pocketing” es una tendencia por la cual una persona intenta, por todos los medios, evitar que otras personas sepan que está manteniendo una relación íntima con otra persona. Dentro del pocketing entra cualquier conducta de ocultación hacia el círculo más cercano, o incluso a otro tipo de conocidos. Como resumen, significa que tu pareja (u otro tipo de compañero sentimental) hace todo lo posible por que vuestra relación sea inexistente para los demás.
La palabra “pocketing” proviene de la palabra inglesa “pocket”, que significa “bolsillo”. Por ello, podemos entender esta dinámica como que la persona “tiene guardado algo en su bolsillo, que no desea sacar a la luz”.
Todos tenemos despistes pero, aunque cueste reconocerlo, en estos casos no suele ser un olvido por parte de la otra persona mencionar que existes o incluso presentarte. Es un acto voluntario, pero que puede tener su explicación.
Aunque puede parecer algo bastante llamativo, no siempre se detecta el pocketing. Normalmente, quien lo realiza suele ser bastante sutil y disimulado.
Al principio de la relación es normal que los miembros de una pareja queden en espacios más íntimos o desconocidos. Pero, si este interés por solo quedar a escondidas se mantiene en el tiempo, es posible que se deba al fenómeno pocketing. En esta línea, otra señal de esta dinámica es que, a pesar de que haya pasado el tiempo en la relación, el otro siga sin querer que acudas a reuniones de familiares o amigos.
Otra forma de identificarlo es darte cuenta de que el otro no sube fotos o interacciona en las redes sociales contigo. Las redes sociales son un medio sentimental bastante fuerte. Cuando comenzamos una relación es normal no subir nada relacionado con el otro, pero a la larga puede indicar que nos están ocultando.
Así mismo, si has vivido situaciones en las que tu pareja se ha encontrado con personas conocidas estando contigo y ha evitado presentarte, es posible que también estés sufriendo pocketing.
Seguramente estés enfadada o enfadado al darte cuenta de que tu pareja te está escondiendo. Pero, antes de “montar un pollo”, te invito a que reflexiones sobre las posibles causas del pocketing. De esta forma, podrás entender un poco más el comportamiento de esa persona especial.
Hay muchas personas por las que alguien puede hacer pocketing a otro. En este sentido, es incluso posible que tenga “buenas intenciones”. A veces, presentar a una pareja demasiado pronto, supone un compromiso que luego es difícil de abordar. Cuando aparecen las presentaciones y la sociedad os reconoce como pareja, ya no es tan fácil la ruptura, en el caso de que la relación no cuaje del todo.
Normalmente, cuando queremos una relación seria con otra persona, solemos ir despacio y con cautela. Por una parte, esta lentitud aparece por miedo a sufrir en la relación. Por otra parte, queremos comprobar si estamos tomando la decisión correcta y si la relación va por buen camino.
Es normal al principio de la relación tener dudas, sobre todo si anteriormente hemos sufrido en otras relaciones complicadas. También es normal si hemos vivido la experiencia de presentar a alguien a nuestros seres queridos, y luego tener que decirles que hemos roto con esa persona. Es un mal trago que muchas personas que hacen pocketing al principio de la relación quieren evitarse.
Igualmente, presentar al otro puede traer conflictos en la familia. Aunque esto no es agradable, muchas familias rechazan a ciertas personas o ciertos tipos de perfiles para su ser querido.
Sin embargo, puede que las intenciones no sean tan buenas. En este sentido, la persona que hace pocketing puede que no quiera comprometerse con el otro, por lo que evita que la relación parezca un compromiso serio.
Inevitablemente el pocketing suele traer consecuencias en las relaciones sentimentales.
Por una parte, si realizas pocketing, es posible que tu pareja (o la persona que estás conociendo y con la que quieres mantener una relación) tenga cierta desconfianza hacia ti. Aunque tú sepas que sí que quieres mantener una relación con el otro, si ocultas esta relación, hará interpretaciones sobre tu comportamiento. Y es que los seres humanos tendemos a interpretar, como una forma de buscar explicación a lo que nos hace daño.
Estas interpretaciones tendrán que ver seguramente con que te avergüenzas de ella, con que no te quieres comprometer o incluso con que tienes otra relación. El resultado es un gran malestar en la pareja, que puede llegar incluso a afectar a su autoestima y su estado de ánimo.
Además, este malestar traerá conflictos en la relación, lo cual puede llevar incluso a la ruptura.
Incluso para la persona que hace pocketing, puede haber consecuencias negativas. Por una parte, la posible ruptura por el enfado del otro. Por otra parte, la falta de comunicación con el resto o el no expresar los sentimientos, hace a menudo sentir mucho malestar y ansiedad. También es posible que quien realiza pocketing tenga que vivir situaciones comprometidas, donde sea visible que está con esa persona y tenga que ocultarlo por todos los medios.
En algunas situaciones de nuestra vida todos podemos sufrir pocketing. Sin embargo, podemos hacer algunas cosas para evitarlo o solucionarlo con nuestra pareja.
Muchas veces nuestras inseguridades o miedos pueden hacer que malinterpretemos situaciones. Es conveniente que, antes de hablar con nuestra pareja, tengamos claro lo que está ocurriendo.
Escribe en un papel qué situaciones has vivido que estén relacionadas con el pocketing. Después, analiza si la situación es real o la has malinterpretado. Para esto, puedes buscar pruebas a favor o en contra de este hecho. Analiza si estás siendo objetivo al pensar que tu pareja te está ocultando.
Si tus conclusiones han sido certeras, es hora de hablar con tu pareja. Mantener una buena comunicación es necesario y saludable en una relación. A la hora de hablar con el otro, trata de hacerlo de la forma más asertiva posible. Si quieres saber más de esto, puedes leer nuestro artículo sobre asertividad.
Expresa cómo te sientes y explica los hechos de forma objetiva. Hazlo con tranquilidad y sin hacer interpretaciones o acusaciones que puedan crear un conflicto.
Después de expresar lo que está ocurriendo seguramente tu pareja argumente lo sucedido. Es bueno que escuches lo que te tiene que decir y que intentes entender las causas de lo que está haciendo.
Después de expresar cómo te sientes, puedes aportar soluciones al problema. Por ejemplo: “entiendo que tengas miedo y que esto sea difícil, pero podemos pensar algunas cosas para que poco a poco podamos sincerarnos más con el resto”.
Por mucho que tú expreses tu malestar o trates de buscar soluciones, tienes que tener en cuenta que todo no depende de ti. Si tu pareja no está de acuerdo con los soluciones que has planteado o si ves que no se cumple lo que habéis hablado, puede que sea necesario tomar una decisión.
Obviamente todos necesitamos un tiempo de adaptación, pero tampoco es justo que otra persona sufra en exceso por el miedo del otro. Deja claro a tu pareja cuáles son tus límites y llévalos a cabo.
Si, a pesar de estas pautas, no eres capaz de solucionar el problema y la solución te está generando mucho malestar, puedes pedir ayuda profesional. Un psicólogo puede ayudarte a resolver tus dudas, a tomar decisiones, a plantear objetivos.
Además, si eres tú el que está haciendo pocketing, también puedes encontrar ayuda profesional para entender tus dificultades y saber resolver el problema.