¿Qué es una relación liana?


¿Cuántas veces hemos visto que una persona haya empezado una relación casi sin haber terminado la anterior? Esto sin nombrar las veces que lo podemos haber hecho nosotros mismos nuestras exparejas.


Este comportamiento tan habitual corresponde lo que se llama una relación liana. Una relación liana es una relación en pareja que se inicia justo después de acabar otra.


¿De dónde viene el término relación liana?


Aunque el concepto ha estado presente desde hace mucho tiempo, el término relación diana se ha acuñado hace relativamente poco. Hace referencia lo que hacía Tarzán para desplazarse por los árboles, se colgaba de una liana y, hasta que no se agarraba bien a otra liana cercana, no soltaba la anterior. El objetivo de no soltar una liana hasta tener otra era no caerse.


Esto ejemplifica muy bien lo que hacen algunas personas con las relaciones: no sueltan una hasta que no tienen a otra, para evitar no caer en el dolor que produce la pérdida en una ruptura de pareja.


¿Por qué surgen las relaciones liana?


Como ya hemos dicho, estas relaciones nacen de la necesidad de no caer al sufrimiento inevitable que produce el duelo por ruptura. El comenzar con otra relación consume en la persona muchos recursos, haciendo que no piense en la pérdida que acaba de tener.


Sin embargo, este dolor no solo es normal, sino que es necesario para superar esa situación y recolocar a la persona que ya no está en nuestra vida en un lugar nuevo de nuestra mente. No se trata de olvidar a esta persona, ni el tiempo vivido con ella, sino de darle un sentido emocional a la ruptura. Esto nos permite avanzar y aprender.


Esta evitación del sufrimiento puede surgir por diferentes causas: es posible que la persona tenga miedo a la soledad (ya que piensa que estar soltero significa estar solo), que tenga dependencia emocional (que le impida ser funcional sin una persona que le guíe), que se haya creído algunos mitos mitos del amor romántico (como que necesitamos a una media naranja para estar completos), puede tener creencias disfuncionales (como que el amor es lo más importante en la vida), o que exista miedo al autoconocimiento (que permite el pasar tiempo en soledad, ya que este puede mostrarnos muchos de nuestros miedos)...


¿Funcionan las relaciones liana?


La pregunta estrella en este tema es si este tipo de relaciones funcionan a largo plazo. En el caso de que funcionasen, no sería ningún problema tener este comportamiento. La relación diana sería la solución para saltarnos el duelo y comenzar de nuevo nuestra andadura en el amor; sin embargo, esto no es tan fácil.


Aunque las relaciones liana palian los miedos que tienen algunos tras las relaciones, solo son una tirita, que no cura las heridas que hay detrás. Plantéate esta metáfora: cuando vamos conduciendo y se nos enciende un piloto rojo en el coche, no lo tapamos y continuamos nuestro camino, sino que vamos al taller y lo reparamos. Lo mismo pasa con nuestra mente, es necesario que no tapemos el síntoma, sino que curemos el problema de detrás.


Consecuencias de las relaciones liana


Este tipo de relaciones tienen consecuencias para todos los implicados en esta dinámica:


La persona que tiene relaciones liana


Esta persona no se está permitiendo vivir el dolor de la pérdida tras la ruptura de pareja. El duelo, sea del tipo que sea, más tarde o más temprano, lo vamos a tener que pasar. Por ello, es mejor hacerlo cuanto antes, para que nuestro entorno entienda nuestras emociones debido al suceso. Tras un tiempo, la gente puede no entender por qué nos sentimos mal y no ayudarnos a transitar este proceso.


Además, comenzado otra relación tan temprano, se está perdiendo la ocasión para aprender sobre nosotros mismo y nuestros miedos, así como para reajustar nuestros objetivos y necesidades de cara a nuevas relaciones.


Por otra parte, el elegir pareja de manera tan rápida lo único que hace es que elijas desde la carencia: lo que intentas es no estar solo, cuando empiezas con alguien no es que quieras estar con esa persona en particular, sino que quieres estar con alguien. Esto aboca a relaciones insatisfactorias.


También, estas relaciones liana disminuyen mucho la independencia de la persona, que solo se siente a gusto teniendo a alguien de referencia. Vivir con esta dependencia emocional hace que estas personas creen su identidad a través del otro, y nunca desde el autoconocimiento pleno y propio.


Por último, la ausencia de este periodo de sanación que conlleva el duelo provoca que se cometan los mismos errores y que se proyecten las mismas inseguridades en la nueva relación, repitiendo el mismo patrón que en la relación anterior.


La persona que se implica en la relación liana de otro


La persona que empieza una relación con quien está “haciendo relaciones liana” va a sentir muchas inseguridades, debido a que está en un vínculo nuevo con una persona que no ha superado todavía a su expareja. Esto crea mucha comparación social con otras personas, lo que nos puede hacer sentir mal emocionalmente.


Su nueva pareja le quiere desde la inseguridad y la carencia y va a cometer los mismos errores que ya llevaron a su anterior relación al fracaso. Es muy probable que este noviazgo no sea sano y acabe ocasionando mucho dolor.


La expareja de la persona que lleva a cabo la relación liana


Para la expareja puede ser altamente chocante que su antiguo compañero de vida esté avanzando de una manera tan rápida tras la ruptura. Además, al igual que en el caso anterior, va a darse una comparación social con la nueva persona, que solo va a generar sentimientos de rabia, frustración y tristeza.


Como evitar las relaciones liana


Las relaciones liana no funcionan para conseguir el objetivo de sanar, por lo que aquí te dejamos unas pautas para que no encadenes relaciones tras tus rupturas:


Respeta el proceso de duelo


Aunque es cierto que la vida nos sorprende y nos puede traer a personas maravillosas en momentos complicados de nuestra vida, es fundamental que respetemos nuestros tiempos.


El duelo es un proceso que, aunque es desagradable también es esencial para superar la pérdida. Debemos permitirnos pasarlo y aceptar todas las emociones que trae consigo. Hay que tener en cuenta que el tiempo del duelo varía para cada persona y no es necesario que nos pongamos una fecha límite.


Examina de donde nacen los nuevos vínculos


En el caso de que formes una nueva relación, analiza de donde surge ese vínculo. Si este surge de la carencia o del miedo, quizás no sea la mejor opción embarcarte en una nueva relación.


Si, por el contrario, nace de algo sano, también es importante que te des tus tiempos y fomentes mucho la expresión emocional, para que la otra persona entienda el proceso que estás llevando a cabo.


Repara los miedos que te impulsan a relacionarte de esta forma


Como ya hemos comentado, una relación liana puede surgir del miedo a estar solo, de la dependencia emocional, de mitos o de desconocimiento, entre otras causas. Por ello, habrá que detectar cuál es la causa y ponerle remedio.


Si no sabes darle fin a estos problemas por ti solo, puede ser aconsejable que acudas a un profesional, que te ayude a superar esta dificultad. El psicólogo te dará ejercicios prácticos, que te ayuden a fomentar la aceptación y a no evitar las experiencias desagradables.



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