¿Qué son las emociones?


Las emociones son reacciones de nuestro cuerpo y nuestra mente, que surgen de forma automática y relativamente breve en respuesta a una situación o suceso. Estas situaciones pueden ser momentos en el entorno o bien pensamientos, es decir, pueden ser estímulos externos o internos los que provoquen nuestras emociones.


Necesitamos las emociones en nuestro día a día, para adaptarnos de forma adecuada a nuestro entorno y poder sobrevivir. Todos los seres humanos experimentamos las emociones, es decir, es algo universal.


La intensidad de la reacción emocional que sentimos a cada momento depende de la importancia que le damos a cada situación o pensamiento. Por tanto, las emociones son universales, pero el momento en el que aparecen es subjetivo. Por ejemplo, puede que a mí me den miedo las arañas, pero a lo mejor a ti no te generan ninguna emoción.


Las emociones se componen de tres factores. En primer lugar, está la experiencia subjetiva, es decir, aquello que pensamos acerca de lo que estamos observando. Por otra parte, aparece una respuesta que emite nuestro cuerpo (taquicardia, sudoración, sensación de ahogo…). Finalmente, realizamos una conducta particular, por ejemplo, salir corriendo si veo una araña que me da miedo.


Hay emociones que son más básicas y universales y hay otras reacciones que son consideradas más sentimientos, por la interpretación subjetiva que hay detrás. Si quieres saber más sobre esto puedes leer nuestro artículo sobre  diferencias entre emoción y sentimiento.


¿Cómo podemos gestionar las emociones?


Últimamente, se habla mucho de la gestión emocional en redes sociales. Aunque esto es positivo, porque favorece que la salud mental no sea un estigma, a veces acarrea algunos problemas.


Mucha gente piensa que tener una buena gestión emocional consiste en estar siempre felices y solo experimentar emociones catalogadas como “positivas”. Sin embargo, la gestión emocional tiene poco o nada que ver con esto. Las emociones negativas también son necesarias para nuestro bienestar.


Teniendo en cuenta este matiz, podemos decir que la gestión emocional consiste en una serie de procesos psicológicos que nos ayudan a identificar y modular las emociones que aparecen en nuestro día a día. Es importante señalar que aquí no vamos a suprimir o eliminar aquellas emociones que nos reportan malestar, ya que todas son importantes y cumplen una función que habrá que atender.


Las emociones existen porque nos “avisan” de lo que ocurre a nuestro alrededor de una manera rápida e intuitiva, sin necesidad de que nos detengamos a pensar sobre ello. Por esto es importante saber cómo interpretar las emociones que sentimos. Te damos todas las claves para aprender a identificarlas.


¿Qué es la rueda de las emociones?


La rueda de las emociones es un esquema diseñado por el psicólogo Robert Plutchik, en el que se representan de manera jerarquizada las posibles emociones que puede tener un ser humano adulto.


rueda de las emociones

En el círculo más externo encontramos lo que para Plutchik eran las 8 emociones básicas, universales y necesarias para la persona. Estas son: la alegría, la confianza, el miedo, la sorpresa, la tristeza, la aversión, la ira y la anticipación.


Estas ocho dimensiones, según el autor, no suelen aparecer solas y tienen varios grados de intensidad. De esta manera, el circulo más pequeño conformaría las emociones primarias, y los dos siguientes las secundarias y las terciarias.


Las emociones primarias son las más frecuentes, universales, y fáciles de identificar en la experiencia emocional y corporal. Estas son las que mejor dominan los niños, porque el resto requieren una interpretación mayor a nivel de pensamiento.


Según nos alejamos del centro, nos encontramos las emociones secundarias y terciarias. Aunque son menos fuertes y más difíciles de reconocer, nos acercan un poquito más a los matices y características propias de la experiencia emocional adulta.


La riqueza teórica de esta propuesta nace del hecho de que las emociones se mueven en un espectro de intensidad y que se pueden combinar entre ellas, creando una experiencia emocional muy subjetiva y especifica. Todo ello nos acerca a entender cómo nos sentimos y cómo se siente el resto.


Emociones primarias de la rueda


Te explicamos más detalladamente las emociones más básicas, representadas en el centro de la rueda de las emociones.


Alegría


La alegría está catalogada como una emoción positiva, al ser agradable para la persona que la experimenta. Se puede definir como un estado de bienestar y satisfacción con respecto a algún estímulo.


En sus grados más neutros se podría presentar como una sensación de serenidad y calma. En un grado más intenso sería euforia o éxtasis.


Su contrario es la tristeza


Tristeza


La tristeza surge como una reacción ante una situación que nos hiere, como puede ser la pérdida de algo importante para nuestro bienestar.


En su grado más bajo de intensidad de la rueda de las emociones encontramos el aislamiento de las personas de nuestro entorno y de las actividades que solemos realizar y, en su grado superior, podemos llegar a la  depresión. La depresión suele surgir de la acumulación de múltiples pérdidas, de personas o cosas que resultaban reforzantes en nuestro día a día.


Confianza


Plutchik incluye la emoción de confianza en el grupo de emociones más básicas, ya que esta surge de la idea de poder actuar sin miedo a las consecuencias negativas que este acto puede tener.


Dentro de su espectro de intensidad, encontramos que su forma más atenuada sería la aceptación, es decir, integrar lo que sucede de una manera sana. Su forma más intensa sería la admiración.


El opuesto de la confianza en la rueda de las emociones es la aversión.


Aversión


La aversión es el rechazo que se siente por algo o alguien, lo que provoca que la persona que lo experimenta quiera evitar a toda costa ese estímulo.


En su primer extremo encontramos el aburrimiento o falta de interés por algo y, en su segundo extremo, el asco. El asco se manifiesta con la necesidad de evitar el contacto con aquello catalogado como aborrecible.


Miedo


El miedo es una de las emociones más básicas y reconocibles. En su grado más neutro encontramos la aprensión, que sería el recelo que se siente contra algo o alguien por la idea de que esto pueda ser perjudicial.


Su grado más alto es el terror, en el que la persona suele luchar o huir con el fin de protegerse de un daño que siente presente y pavoroso.


Sorpresa


La sorpresa es una emoción a la que no se le suele atribuir de entrada la etiqueta de “buena o mala”. Es una emoción considerada neutra, ya que el polo positivo o negativo cambia según el estímulo que la genere.


En su espectro más bajo encontramos la distracción, que implica el hecho de que el estímulo no capta nuestra atención. En el grado más alto estaría el asombro, una emoción en la que persona está muy focalizada en el cambio que ha ocurrido en el entorno.


El opuesto de la sorpresa es la anticipación.


Anticipación


Es la sensación de tener unas expectativas claras y reales sobre lo que va a suceder.


En su parte menos intensa encontramos el interés, como una sensación moderada de atracción sobre un estímulo. En el grado más alto estaría la vigilancia. La vigilancia es un alto nivel de focalización atencional que puede durar en el tiempo y que consume muchos recursos de la persona.


Ira


La ira es una de las emociones primarias más identificables y que mejor se detectan en el cuerpo, ya que es la respuesta a un estímulo que interpretamos en el que detectamos una mala intención por parte de la otra persona.


En su forma más leve tenemos el enfado, que se define como la no coincidencia con el discurso o las formas del otro. En cambio, es su forma más intensa hablamos de la furia, en la que la persona está dominada por la impulsividad.


Todas estas emociones no aparecen de manera pura y única. Todos estos sentimientos aparecen mezclados en la experiencia subjetiva de la persona, creando un mundo emocional muy rico. Debemos entender bien nuestro mundo emocional si queremos tener una buena gestión emocional.



Fuentes:


Plutchik, R. (1984). Emotions: A general psychoevolutionary theory. Approaches to emotion, 1984, 197-219.

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