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¿Qué es el síndrome del impostor?


El impostorismo está relacionado con un tipo de vergüenza que puede surgir en entornos educativos o profesionales y que implica no sentirse lo suficientemente capacitado para tener éxito. Las personas con síndrome del impostor asumen que los demás les sobrevaloran y por eso se preocupan por fingir para preservar su reputación.


Normalmente, la mayoría de las personas confían en el tiempo, la experiencia y los logros para construir confianza en su carrera profesional; sin embargo, en el caso de las personas con síndrome del impostor, tienden a sentirse especialmente inseguras y ansiosas ante la expectativa de conseguir los resultados que se proponen.


¿Cómo puedo saber si sufro síndrome del impostor?


Sentir de vez en cuando que no encajamos es algo común en los seres humanos, pero hay algunas señales que nos pueden hacer reflexionar. Por ejemplo, si te preguntas constantemente cosas como: ¿siento alivio cuando me va bien?, ¿me siento inseguro de mis logros?, ¿tiendo a subestimarme?, ¿soy capaz de aceptar los cumplidos?...


Las personas que experimentan el síndrome del impostor tienden a desvalorizar sus esfuerzos, habilidades y logros. Estos son los signos más comunes:


  • Dependencia de la validación externa
  • Sobreesfuerzo y afán constante de superación
  • Miedo a no estar a la altura de las expectativas propias y ajenas
  • Autosabotaje antes de realizar nuevos intentos


Los síntomas del síndrome del impostor varían en función de la experiencia, las circunstancias, los antecedentes y los rasgos de personalidad de cada persona. Los más comunes incluyen:


  • Depresión
  • Altos niveles de angustia
  • Sentimientos de culpa y vergüenza
  • Comportamientos inadaptados


Causas del síndrome del impostor


Si bien el síndrome del impostor no parece tener una causa específica, como ocurre con muchos otros rasgos y tendencias de la personalidad, puede desarrollarse en respuesta a una serie de factores internos o externos.


Entre los factores internos que se han relacionado con una mayor prevalencia de personas con síndrome del impostor se incluyen: tener un alto grado de neuroticismo (un rasgo que predispone a las personas a experimentar emociones negativas y estrés) y un bajo nivel de concienciación (lo diligente e intencionada que es una persona).


Experiencias infantiles y entorno familiar


Las experiencias de la primera infancia relacionadas con la familia pueden contribuir al síndrome del impostor. Los niños que han tenido que asumir funciones y responsabilidades parentales a una edad temprana son más susceptibles al impostorismo, al igual que los niños que no tuvieron un vínculo fuerte y seguro con sus padres.


Influencias del lugar de trabajo


Una cultura de trabajo colaborativa con líderes fuertes y comprensivos reduce la probabilidad de sufrir el síndrome. Las empresas que fomentan la asunción de riesgos y la gestión positiva de errores y fracasos, dando la oportunidad a los empleados de aprender y progresar, también pueden ayudar a evitar la aparición de este problema psicológico.



Necesidad de validación externa


La vergüenza que sienten las personas con síndrome del impostor les lleva a ser retraídas y a esconderse de los demás, lo que fomenta el aislamiento y la soledad. A menudo estas personas luchan contra la sensación de ser un fraude y la baja autoestima porque son incapaces de validarse internamente, lo que les lleva a buscar validación en los demás.


Otros problemas de salud mental


Ciertos trastornos psicológicos como la ansiedad o la depresión a menudo se alimentan de nuestros sentimientos de inadecuación, la falta de autoestima y la baja autovaloración. Todos estos son elementos que pueden originar el síndrome del impostor y potenciar sus efectos más negativos.


Consecuencias del síndrome del impostor


Las personas con síndrome del impostor son más propensas a sufrir trastornos como ansiedad y depresión. También es más probable que tengan baja autoestima y sentimientos de baja autoeficacia. Esto hace que su nivel de autoestima esté muy condicionado por factores como el éxito o la consecución de logros y otras responsabilidades.



El síndrome del impostor también se ha relacionado con índices más altos de insatisfacción profesional, agotamiento laboral y estrés en el trabajo o  burnout. Estas personas tienden a tener hábitos de trabajo menos saludables, y pendulan entre dos extremos: la adicción al trabajo y la procrastinación, lo que acelera los problemas psicológicos a largo plazo.


Falta de oportunidades de progreso


Las personas con impostorismo pueden mantener un perfil bajo en el trabajo o en sus estudios porque cualquier reconocimiento, aunque sea positivo, puede percibirse como una amenaza. Esto les lleva a dejar pasar oportunidades de crecimiento profesional, ya que se autosabotean intencionadamente o renuncian justo antes de alcanzar sus objetivos.


Pensamientos negativos e ideación suicida


El síndrome del impostor puede tener efectos perjudiciales en el funcionamiento social y cognitivo de la persona que lo sufre. Hay estudios que muestran que los niños y adolescentes con impostorismo son más propensos a desarrollar pensamientos negativos e ideación suicida relacionada con el sentimiento de fraude y la desvalorización personal.


Cómo superar el síndrome del impostor


Muchas personas se dan cuenta de que el síndrome del impostor no desaparece con el tiempo o a medida que se adquiere más experiencia y se logra más éxito. Aunque puede ser difícil de superar, hay algunas estrategias que pueden ponerse en marcha para minimizar su influencia en el rendimiento laboral y para mejorar la calidad de vida.


Aquí tienes 10 estrategias que te ayudarán a superar el síndrome del impostor:


Comparte tus sentimientos con alguien de confianza


Hablar abiertamente del síndrome del impostor puede resultar liberado. Compartir con otras personas que pueden estar pasando por tu misma situación ayuda a superar los miedos y a sentirse mejor con uno mismo.


Recuerda que todos cometemos errores


Todo el mundo comete errores y eso no significa estar menos cualificado o tener menos conocimientos. Los errores y la imperfección forman parte de la experiencia humana y nadie es inmune a ello. Acéptalo y trata de mejorar sin exigirte demasiado.


Modifica tus creencias limitantes sobre el éxito y el fracaso


Superar el síndrome del impostor requiere que las personas reevalúen sus definiciones de éxito y fracaso. El éxito casi siempre se basa en las lecciones aprendidas a través de fracasos anteriores, y a menudo no se puede alcanzar sin estas lecciones.


No te juzgues solo por tus logros


Las personas con síndrome del impostor tienden a matizar sus éxitos con afirmaciones como "solo tuve suerte", "no fue tan difícil", etc. Estos calificativos solo alimentan el problema. Agradece los cumplidos, en vez de adjudicar siempre el mérito a otros o al azar.


Enriquece tu vida no laboral


Obsesionarnos con el trabajo puede ser malsano, especialmente para quien sufre de impostorismo. En vez de dejar que el trabajo se convierta en tu única identidad, haz un esfuerzo por enriquecer tu vida social y dedicar tiempo a actividades que te importan.


Limita el uso de las redes sociales


Las redes sociales son un arma de doble filo: nos conectan con los demás, pero también pueden alimentar la ansiedad y el síndrome del impostor. Ten en cuenta que en las redes todos mostramos nuestra mejor cara y tendemos a ocultar lo negativo y nuestros fracasos.


No dejes que el miedo te frene


Haz una lista de todas las cosas que has dicho, hecho o dejado de decir o hacer por miedo a que los demás descubran que no eres lo suficientemente bueno. Y en los momentos en los que te embarguen las dudas, pregúntate: ¿de qué sería capaz si no tuviera miedo? Esto te ayudará a identificar alternativas de acción más útiles y adaptativas.


Pide ayuda profesional


A las personas con síndrome del impostor les suele costar pedir y aceptar ayuda porque creen que eso expondría sus debilidades o su incompetencia. Sin embargo, pedir ayuda profesional cuando la necesitamos es un gesto de dignidad y amor propio, y la mejor decisión para empezar a cambiar las cosas a mejor.

Artículo redactado por:

unai aso poza

Unai Aso Poza

Redactor

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