¿Qué es el comportamiento agresivo-pasivo?
El comportamiento agresivo-pasivo es una forma de comunicarnos, bastante poco eficaz. Es una forma de expresar pensamientos y sentimientos de forma sútil a través de comportamientos.
El lenguaje no verbal también es esencial para poder comunicarnos. Los gestos de una persona pueden determinar lo que dicha persona piensa o siente. Por ejemplo, si una persona no quiere estar en un sitio puede llegar tarde como una forma sutil de manifestar esto; si alguien nos cae mal podemos ignorarle; si nos enfadamos con alguien puede que actuemos de forma agresiva, sin expresar que nos hemos enfadado. Todos estos actos son una forma de comportamiento agresivo-pasivo, una forma ineficaz de expresar el enfado.
¿Qué otros estilos de comunicación existen?
En resumen existen tres formas de comunicarse con el resto. Las dos primeras están relacionadas con el comportamiento agresivo-pasivo y la última es la forma más eficaz de comunicarse.
La comunicación agresiva es una de las formas de comunicación menos eficaz. Implica actuar de forma más hiriente, con intimidación, voz alta, interrumpiendo y expresando la opinión propia por encima de otros, con expresión de rigidez o invadiendo el espacio personal del otro, considerando solo los propios sentimientos y con poca empatía, defensiva y en muchas ocasiones dañina para el resto.
Por otra parte, la comunicación pasiva es una forma de expresar los pensamientos y sentimientos, pero sin expresarlos. Implica hablar muy suave, evitando el contacto ocular, con pocas expresiones o gestos incoherentes con lo que se dice, aislado o apartado, sin tener en cuenta sus propios sentimientos o pensamientos, dando la razón al otro y valorandose poco a uno mismo. Por todo ello, suele ser bastante ineficaz para conseguir los objetivos.
Contrario a todo esto, la comunicación asertiva es la más eficaz. Implica hablar de forma clara y concisa, centrándose en conseguir un objetivo, pero sin herir al resto, hablando abiertamente con un tono normal de voz, contacto visual, gestos y expresiones que coinciden con el mensaje, posición relajada y participativa, sin lastimar, pero prestando atención a sus pensamientos y sentimientos.
Todas las personas podemos utilizar los tres estilos comunicativos en algunos momentos de nuestra vida, aunque habitualmente suele predominar uno de ellos en cada persona. Lo más sano es tener un estilo asertivo, poder comunicarnos de forma clara, sencilla y no hiriente con el resto nos ayudará a adaptarnos mejor en la sociedad y a conseguir nuestros objetivos de forma más eficaz y sana.
¿Cómo identificar el comportamiento agresivo-pasivo?
Seguramente ya hayas podido identificar a una o más personas que utilizan este comportamiento. Aún así, te damos algunas pautas para poder identificarlo en uno mismo o en el resto.
La persona agresiva-pasiva es terca y rígida. Defiende su punto de vista por encima del resto, lo que puede llevar al enfado de otras personas.
Además, suele evitar responsabilidades, haciendo referencia a que "se le ha olvidado", como una forma de excusar su falta de compromiso.
Son personas que no expresan su enfado o su ira de forma directa, sino que utilizan formas hirientes o muy pasivas: lanzar indirectas, hacer comentarios ofensivos, ignorar o hacer el vacío.
Unido a esto, insultan de forma muy sutil, sin hacerlo directamente pero haciendo el mismo daño. No te dirán directamente lo que piensan, pero lo demostrarán con sus actos.
Igualmente, suele adoptar la posición de víctima, para defenderse de su comportamiento. Suelen hacer referencia que son tratados injustamente o han sido juzgados.
Suelen sentir envidia o enfado constantente por pequeñas cosas, lo que hace que actúen de esta forma hiriente.
Causas del comportamiento agresivo-pasivo
No hay una causa única y determinante para este comportamiento. En ocasiones puede estar relacionado con una baja autoestima, que hace que dichas personas sientan envidia hacia otras o estén enfadadas consigo mismas por no ser como el resto, por no encajar o por no quererse a ellas mismas.
Así mismo, suele estar relacionado con el estilo de crianza. La educación es muy importante para el crecimiento sano en todos los ámbitos. En este sentido, una educación en comunicación asertiva es esencial. Si de pequeños hemos visto comportamientos agresivo-pasivos en nuestra infancia, es muy probable que actuemos de la misma manera.
La sobreprotección en la infancia o la demasiada independencia, puede ser también una causa de este comportamiento. El bullying o haber sufrido experiencias traumáticas durante la infancia o la escasa empatía, también son causas determinantes.
¿Cómo comunicarnos de forma asertiva?
Una forma muy eficaz de expresarnos de forma asertiva es seguir estos tres pasos:
1. Expresar cómo nos sentimos
Mostrar los sentimientos suele ser una buena forma de obtener comprensión por parte del otro: "me siento triste"
2. Explicar la situación
No podemos dar por hecho que el otro sabe lo que ha pasado para que nos enfademos o estemos tristes, cada persona tiene su punto de vista y su perspectiva. Explicar de forma objetiva los hechos suele ayudar a comunicar de forma asertiva: "me siento triste porque no he sido invitado a la fiesta que celebraste en tu casa".
3. Mostrar empatía
Hemos expresado nuestros sentimientos, pero nunca podemos dejar de lado al otro, por ello es bueno mostrar comprensión: "me siento triste porque no he sido invitado a la fiesta que celebraste en tu casa, entiendo que se te haya olvidado porque tenías muchas cosas en mente".
4. Proponer una solución
No podemos dejar el comentario sin buscar una solución, no podemos dejar que siempre sea el otro el que solucione el problema. Es bueno proponer una solución en el momento: "me siento triste porque no he sido invitado a la fiesta que celebraste en tu casa, entiendo que se te haya olvidado porque tenías muchas cosas en mente. Si te parece bien quedamos el domingo y lo celebramos de nuevo".