Razones por las que tu felicidad depende de tu pareja


Seguramente hayas escuchado alguna vez el término “dependencia emocional”. Actualmente se reconoce que una persona es dependiente emocional de otra cuando su felicidad y su bienestar depende en gran medida de cómo esté la relación con la persona de la que es dependiente.


La dependencia emocional puede darse en muchos tipos de relaciones (dependencia de una madre o de un padre, de un amigo, de una pareja…). En el ámbito de la pareja es mucho más sencillo que esto suceda, puesto que es alguien con el que compartimos muchos momentos, muchas emociones y mucho tiempo.


No todas las parejas crean esta dependencia emocional. Es una situación que seguramente se haya ido creando a lo largo del tiempo y que depende de muchas variables. Pero, ¿qué es lo que hace que nuestra relación se convierta en una relación de dependencia? Te contamos algunas de las razones más comunes.


Has dejado de lado otras relaciones sociales


Tener una pareja siempre hace ilusión. Las relaciones de pareja tienen sus fases, no siempre estamos igual con nuestra pareja. En el primer momento a veces nos dejamos llevar por la “fase de luna de miel” y por la pasión, de forma que nuestra pareja eclipsa totalmente nuestra vida. Esto suceso sobre todo cuando no has tenido una relación con anterioridad o cuando las experiencias que has tenido no han sido satisfactorias. Empezar relaciones en la mayoría de los casos supone una novedad muy agradable en nuestro día a día.


Este sentimiento a veces hace que dejemos de lado otras cosas que antes estaban en nuestro día a día, como puede ser otro tipo de relaciones sociales con amigos o familiares. En un primer momento, es normal que quieras pasar más tiempo con tu pareja, pero a la larga lo ideal es tener un equilibrio y no dejar de lado el resto de relaciones.


Cuando priorizamos solo a nuestra pareja limitamos nuestro contacto social solo a una persona, con el riesgo de que algún día el noviazgo acabe y nos encontremos solos. Esto también hace que exista una dependencia hacia el otro, ya que, si se ha dejado de lado a otras personas, solo tendremos a nuestra pareja.


Priorizas a tu pareja el 100% de tu tiempo


Por otra parte, igual no solo hayas dejado tus relaciones sociales, sino que te has dejado de lado a ti mismo. Y es que, si priorizas todo el tiempo a tu pareja, también dejarás de hacer cosas para ti.


Dejar tus hobbies, tus objetivos de futuro, aquellas cosas que te hacen sentir bien o que implican al  autocuidado, siempre es un error. Que tengamos pareja no quiere decir que dejemos de ser personas individuales, con sus necesidades y sus objetivos.


A veces esto va sucediendo sin darnos cuenta. Un día decidimos no acudir a aquellos planes que solíamos hacer. Y esto acaba convirtiéndose en la forma habitual de actuar, hasta que lo dejamos todo o casi todo por el otro.


Has tenido carencias emocionales en el pasado


Si durante nuestra vida no nos hemos sentido queridos o valorados es muy probable que tendamos a buscar ese afecto. Somos seres sociales y emocionales, que en ocasiones necesitamos sentirnos especiales. Cuando en algún momento alguien nos hace sentir queridos, o simplemente nos presta un poco de atención, acabaremos enganchados a esa persona como a un clavo ardiendo.


Las carencias emocionales son una de las causas más habituales de dependencia emocional, sobre todo cuando se dan durante la infancia.


Tienes apego ansioso


El apego es el vínculo que tenemos con nuestros padres o nuestras figuras de referencia durante nuestra infancia. También se puede llamar apego a cómo nos relacionamos con los demás a lo largo de nuestra vida.


Aprendemos a relacionarnos según nuestras experiencias. En este sentido, la experiencia en la infancia es realmente importante para que aprendamos a relacionarnos de forma sana.


Existen diferentes tipos de apego. Si bien es cierto que el apego más sano es el seguro, en el que tenemos total confianza y seguridad con nuestros progenitores o cuidadores, existen otros tipos de apego. Uno de los apegos más sonados en la sociedad es el apego ansioso. Esta forma de vincularnos implica que no tenemos total seguridad en nuestras relaciones, puesto que no siempre hemos tenido la confianza y la seguridad en el vínculo con los cuidadores principales o en relaciones importantes. Es un apego que se caracteriza por la inseguridad y el miedo.


Si te interesa este tema puedes leer nuestro artículo sobre  cómo superar el apego ansioso.


Has estado sobreprotegido


Otra de las razones por las que se desarrolla la dependencia emocional es la sobreprotección. Este concepto significa que, durante tu vida, has estado metido en una burbuja, no te han dejado experimentar y conocer el entorno, han hecho todas las cosas por ti o han evitado que te hicieras daño. Esto hace que no aprendas a desarrollar ciertas habilidades o a moverte por el mundo, convirtiéndote con el paso del tiempo en una persona dependiente del resto.


Tu pareja llena tu sentimiento de soledad


No es lo mismo estar solo que sentirse solo. Sin embargo, estar mucho tiempo gestando un sentimiento de soledad, hace más probable que te enganches a una persona emocionalmente en un futuro. Y es que tener a alguien seguro implica que no estás solo, por lo que tenderás a agarrarte a esta persona y no soltarla, dejando de lado muchas otras cosas y convirtiéndolo en tu principal pilar.


Tienes una baja autoestima


Como es de suponer, todo está relacionado con el  amor propio y la autoestima. Cuando no te quieres mucho, pensarás que otros tampoco te querrán. No obstante, ver que alguien está contigo puede hacerte pensar que nadie más te va a querer y que tienes que hacer lo posible por no perder a tu pareja.


Quieres seguir los pasos del resto


Las comparaciones son odiosas. Sin embargo, tendemos a compararnos constantemente. Comparamos nuestra relación con las de otros, a veces queremos conseguir un bienestar que ni siquiera sabemos con certeza que otros tienen.


Al ver que otros tienen una relación estable, se casan y tienen hijos, es posible que intentemos “copiar” esta relación e intentar encontrar la misma felicidad percibida. Esto hace que nos centrarnos principalmente en nuestra pareja, ya que también otros se centran en la suya.


Si tu entorno está compuesto por parejas que pasan mucho tiempo juntos y muchas veces te quedas al margen, también acabarás buscando una pareja con la que compartir ese tiempo que los otros no te dedican.

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