Sonia González
Directora y psicóloga en Psyfeel
El TOC es un tipo de trastorno de ansiedad. Se caracteriza por la presencia de dos tipos de síntomas.
Por una parte, suelen existir obsesiones o pensamientos repetitivos e intrusivos, que crean un gran malestar y ansiedad en la persona. Estos pensamientos pueden ser de muchos temas, como veremos más adelante. Por otra parte, a veces existen compulsiones o rituales, actos repetitivos que realiza la persona para aliviar el malestar que provocan las obsesiones
Por ejemplo, una obsesión puede ser el pensamiento de “me voy a contaminar” y una compulsión sería lavarse continuamente las manos para aliviar la preocupación de contaminarse.
El TOC puede aparecer de muy diferentes formas. Podemos hacer diversas diferenciaciones según diferentes criterios. Por una parte, podemos diferenciar según si las obsesiones son provocadas por un estímulo externo o interno. Igualmente, podemos diferenciar entre un TOC con compulsiones manifiestas o encubiertas y, lo más común, podemos diferenciar el TOC según el contenido de la obsesión o los pensamientos. Te contamos más a fondo en qué consiste cada tipo de TOC.
Según si la obsesión que hay detrás del TOC está provocada por un estímulo externo o interno, podemos diferenciar entre obsesiones reactivas o autógenas.
Las obsesiones reactivas son aquellas que ocurren como una respuesta a un estímulo externo. Por ejemplo, si una persona entra en un baño que está muy sucio y le aparece la obsesión de que se puede contaminar, existe algo externo que ha evocado esta preocupación (el baño sucio). Estos estímulos se pueden identificar con facilidad, entonces la persona suele llevar a cabo rituales para aliviar la preocupación: lavarse las manos compulsivamente.
Por otra parte, las obsesiones autógenas son aquellas evocadas por estímulos internos. Es lo que se llaman obsesiones puras o TOC puro. Es decir, la obsesión en este caso se produce en el propio pensamiento y sin que haya ningún estímulo visible que lo evoque. Un ejemplo de obsesión autógena sería el pensar que a nuestros familiares les va a ocurrir una desgracia.
Por otra parte, se pueden diferenciar dos tipos de TOC, según si las compulsiones que la persona realiza para aliviar el malestar son identificables o están también en el pensamiento.
Un TOC con compulsiones manifiestas implica que la persona hace un ritual para aliviar el malestar que podemos observar conductualmente. Por ejemplo, lavarse constantemente las manos o lavarse la cabeza 10 veces.
Sin embargo, un TOC con compulsiones encubiertas, implica que la persona realiza un ritual para aliviar el malestar, pero este ritual no es visible, sino que está en el pensamiento. Por ejemplo, pensar repetitivamente “no quiero hacer daño a mis familiares”.
Normalmente la diferencia entre tipos de trastorno obsesivo compulsivo suele hacerse según los temas de las obsesiones. En este sentido, tenemos muy diversas opciones. Hablamos sobre algunas de las más comunes.
Es muy común el TOC de contaminación, por el cual la persona tiene la sensación o la obsesión de estar infectada o sucia por haber tocado o estado en contacto con objetos sucios o lugares contaminados. Para aliviar este pensamiento puede utilizar guantes o pañuelos para tocar los objetos o los pomos de las puertas, lavarse las manos muchas veces, ducharse continuamente, etc.
Por otra parte, suele aparecer el TOC de orden. En este caso la obsesión está relacionada con el perfeccionismo o el orden de las cosas. Los objetos tienen que estar en su sitio, alineados perfectamente o en armonía según tamaños, colores, formas… La compulsión está relacionada habitualmente con colocar estos objetos o con hacer las cosas con un orden determinado.
En este tipo de TOC, la persona tiene obsesiones en forma de imágenes con contenido sexual o pensamientos relacionados con su orientación sexual o su comportamiento sexual. Es común que en este tipo las compulsiones sean encubiertas (por ejemplo pensar repetidamente “no soy gay”).
La persona con TOC de acumulación puede preocuparse por tirar algo valioso o que le sirva en algún momento, entonces acumula objetos para aliviar ese malestar. Es diferente que el trastorno por acumulación o síndrome de Diógenes, ya que en esta ocasión existe una compulsión (acumulación de objetos) que es consecuencia de la obsesión.
El TOC de comprobación o de verificación es muy variable a su vez en contenido, pero lo común suele ser un ritual de comprobación de cosas. Por ejemplo, puede existir miedo a que ocurra una desgracia y la persona compulsivamente revisa si ha apagado el gas; puede existir miedo a que le roben y revisa constantemente si ha cerrado la casa o el coche...
En este tipo de Trastorno obsesivo las obsesiones suelen ser imágenes o palabras que no se puede quitar la persona de la cabeza y las compulsiones están relacionadas con repetir algo determinado número de veces: por ejemplo cerrar y abrir la puerta 10 veces, lavarse la cabeza 7 veces…
También existe el trastorno obsesivo con contenido religioso, en el cual la persona tiene obsesiones de blasfemia, pensamientos que suelen ser castigados por la religión. Para aliviar esta ansiedad la persona hace actos repetitivos como rezar o confesarse compulsivamente.
Otro tipo de personas pueden tener pensamientos obsesivos sobre dañar a otras personas o así mismos. Entonces realizan conductas de comprobación para ver que no han dañado a alguien o bien si es una compulsión encubierta piensan continuamente cosas como “no he dañado a nadie, no quiero dañar a nadie”.
En este tipo, la persona puede tener obsesiones con tener conductas agresivas contra otros o contra él mismo. Las compulsiones suelen ser variadas, por ejemplo rituales encubiertos de pensar “no quiero hacerme daño”.
El TOC es un trastorno psicológico y, por lo tanto, requiere de terapia psicológica para poder superarlo. Si quieres saber más sobre cómo superar este problema, puedes ver nuestro artículo sobre cómo superar el trastorno obsesivo compulsivo.